No todos los amigos son verdaderos y el que te
gusta suele ser el más cabrón de todos. La ropa que te gusta o es demasiado
cara o no te sienta bien, las personas con las que quieres estar en ese mismo
momento están lejos de ti, el café es amargo y el día que más hambre tienes te
ponen la comida que más odias. Cuando más necesitas un abrazo probablemente la
mayoría del mundo te dé la espalda, y cuando tienes la necesidad de conectarte
es cuando más lento va internet. La gente decepciona, el amor es ciego,
la amistad cierra los ojos..
Supongo que el mundo está lleno de cosas malas, tal vez
superen a las buenas, y son cosas a las que tenemos que acostumbrarnos día a
día, y aprender a vivir con ellas. Probablemente sería imposible si en el
camino estuvieses solo, pero al menos tienes a tu lado a personas que hacen que
la vida sea más fácil, la llenan de color y todo lo negativo lo
vuelven positivo. Que son de verdad, que están ahí para todo, que no te dan la
espalda cuando necesitas un hombro en el que apoyarte. Que te hacen reír aunque
todo vaya mal, son capaces de dar lo que haga falta para solucionar tus
problemas, desde el día que te conocen cuando te sentías insegura y débil, te
sonrieron y te cogieron la mano. Esas personas que están lejos pero tú les
sientes cerca, que tienen una sonrisa para ofrecerte cuando tú sólo tienes
ganas de llorar. A esas que no las tienes día a día pero que sientes que
lo único que quieres es estar con ellas, poder verles la cara día a día y
compartir millones de momentos. Esos que te llenan, que hacen tu vida más bonita
con su alegría y su buen humor. Esos que una vez que los conoces sabes que si
ahora se van, no podrías seguir adelante porque son tu principal motivo por el
que sonreír.
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