martes, 19 de julio de 2011

Increíble.

- ¡Hey! ¿Qué haces aquí?
+ Necesito saber porque me quieres.
- Porque te quiero...
+ De verdad me gustaría creerte cuando dices esas palabras, pero tal vez, si supiese el por qué, dejaría de asustarme cuando las oigo y no tendría miedo a decirlas.
- Vale. Bueno, si quieres hablar sobre por qué...
+ Lo hago por mi madre y sus tantos maridos.
- Ahí. Ese es el por qué. Porque últimamente me gusta cuando me interrumpes, que es a menudo. De todas formas, te quiero porque no te disculpas sobre quien realmente eres: Preciosa, elegante, sexy como el infierno.
+ Ahora estás haciendo que me ponga colorada.
- Esa es otra razón. Eres totalmente inconsciente del efecto que causas en mí. También eres completamente inconsciente de que ríes como una niña de 4 años.
(Se ríe)
+ Justo así. [...] Eso es lo que te hace tan increíble.
- Bueno, tú eres increíble también, sólo por decir todas esas cosas ya lo eres. Y te quiero... pero me tengo que ir.
+ ¿Qué?, ¿qué pasa ahora?
-Una de tantas razones por las que me quieres.


No hay comentarios:

Publicar un comentario